4 prácticas clave para mejorar tus finanzas personales

Por lo general, las personas con sus finanzas personales bien ordenadas cuentan con una tranquilidad extra. No hay nada como mirar los balances mensuales y tener claro de antemano en qué se gastó, cuándo y cómo.

Si bien decirlo es sencillo, llevarlo a la práctica no lo es tanto. ¿Cuáles son los secretos para tenerlas bien organizadas? A continuación, analizamos cuatro prácticas clave que seguro te ayudarán a cumplir con este objetivo.

1. Conocé en detalle tu situación financiera

¿Tenemos ingresos mensuales fijos? ¿De cuánto son y a qué corresponden? Identificar las fuentes de ingresos es el primer paso para entender nuestras finanzas personales.

La misma lógica aplica a la hora de chequear los gastos. ¿En qué gastamos el dinero? ¿Es más lo que gastamos mensualmente que lo que ingresa? Si ese es el caso, algo tenemos que hacer para no quedarnos en números rojos.

Una vez que comprendemos lo que egresa, necesitamos entender qué corresponde a gastos fijos y a gastos variables. Los fijos son aquellos que no podemos tocar, como el alquiler, la comida o el pago de cuentas de servicios mensuales contratados. Los variables se refieren a nuestro estilo de vida y pueden ser necesarios como no.

El primer paso es entender cuáles de los gastos variables podemos eliminar o disminuir. A partir de ahí, la dinámica comenzará a cambiar.  

2. Planificá tu presupuesto mensual

Planificar es un gran aliado de las finanzas personales. Al hacerlo, será más sencillo armar un presupuesto mensual. Con él podremos determinar cuánto estamos dispuestos a gastar a diario y en qué.

Lo más recomendable en estos casos es también alinearlo con nuestras metas a mediano y largo plazo. Cuanto más ordenado tengamos nuestro capital, más sencillo será trazar un plan para alcanzarlas en menos tiempo.

Sin embargo, para ello también es clave entender nuestros límites. Si queremos gastar o comprar algo que se escapa de nuestro presupuesto, debemos ser sinceros y admitir que no nos alcanza. No hay nada de malo en reconocerlo; pocas cosas en esta vida son tan imprescindibles como para que no puedan esperar.

3. Jerarquizá tus deudas según su importancia

Lo primero y más importante a la hora de encarar nuestras deudas es tenerlas bien identificadas. Al ser dinero que estamos obligados a pagar en tiempo y forma, es esencial entender en qué consiste cada una y cuál es su monto.

Una buena manera de organizarlas es por su fecha de pago. Así sabremos cuándo corresponde abonarlas y podremos planificar en función de su urgencia. Del mismo modo, también es útil tener presente el monto. Si este es sumamente elevado y el pago es a fin de mes, quizá es más práctico garantizar que contaremos con ese dinero.   

De todas formas, lo más importante es comprender que no deberíamos endeudarnos para pagar otra deuda. Si hacemos eso seguiremos inmersos en una historia sin fin de pagos de la que será muy difícil salir. En todo caso podemos apelar a una refinanciación, pero debe quedar como uno de los últimos recursos.  

4. Organizá tu capital en distintos flujos

Cuando contamos con dinero a nuestra disposición, es común dejarnos llevar por las compras impulsivas. A la larga, eso desordena nuestras finanzas personales y nos hace creer que contamos con más de lo que realmente tenemos.

Para que esto no nos suceda, debemos tener claro de antemano cómo organizarlo. En lugar de gastarlo sin más, lo recomendable es tener varios flujos para distintos fines.

Por un lado, podemos apartar un monto concreto para nuestra sección de “ahorros”. Ese dinero lo guardaremos para nuestro futuro y no lo tocaremos salvo que sea estrictamente necesario.

Por otro lado, también podemos destinar otra parte del dinero para realizar inversiones de mercado. En lugar de solo acumular lo que ganamos, también podemos poner a trabajar ese capital para que nos garantice réditos económicos.

Lo mismo aplica para cultivar nuestros talentos, pagar nuestros estudios, ocio y muchos ejemplos más.

Ordenar las finanzas personales es uno de los primeros pasos para vivir la vida que querés. El segundo es confiar en sacar tus préstamos con Microfin.

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